SANTO TOMÉ, 5 dic (Xinhua) — Santo Tomé y Príncipe, donde el meridiano de Greenwich se cruza con la línea ecuatorial, tiene una ubicación geográfica única como «el centro de la Tierra». La pequeña nación insular, situada en el golfo de Guinea, frente a la costa oeste de África, es conocida por sus paisajes exuberantes, su rica biodiversidad y una historia ligada al cultivo de cacao. Una vez bautizada como la «Isla del Chocolate», por ser el mayor productor de cacao del mundo, la economía de Santo Tomé y Príncipe ha flaqueado en las últimas décadas. Sin embargo, su fértil suelo volcánico, clima tropical y cacao de alta calidad han conducido al país hacia la recuperación, con especial hincapié en asociaciones globales y la cooperación Sur-Sur para crear nuevas oportunidades. Hoy en día, Santo Tomé y Príncipe se concentra en expandir la producción de cacao orgánico mientras promueve industrias emergentes como el turismo, que muestra un gran potencial como motor clave del crecimiento económico. REVITALIZACIÓN DE LA «ISLA DEL CHOCOLATE» Con una superficie de aproximadamente 1.000 kilómetros cuadrados, Santo Tomé y Príncipe se ubica a 200 kilómetros de la costa de África y consta de dos islas principales, Santo Tomé y Príncipe, junto a varios islotes. En el siglo XV, tras su llegada, los colonizadores portugueses descubrieron el fértil suelo volcánico y el clima tropical de las islas, perfectos para el cultivo de cacao y, por ende, lo introdujeron en la región. Durante los siglos posteriores, un gran número de africanos esclavizados fueron trasladados a trabajar en las plantaciones de cacao de Santo Tomé y Príncipe. La producción de cacao se expandió rápidamente en el siglo XIX y, a comienzos del siglo XX, el país ya se convirtió en el principal productor mundial de cacao, ganándose el sobrenombre de «Isla del Chocolate». A lo largo del siglo XX, creció la popularidad global del chocolate, con grandes ventas durante festividades como el Día de San Valentín y Navidad. No obstante, cuando Santo Tomé y Príncipe obtuvo la independencia en 1975, buena parte de la riqueza del cacao había sido arrebatada por los colonizadores, lo cual, sumado al desmantelamiento del sistema de gestión del sector, provocó el colapso de su industria cacaotera. Mientras tanto, a medida que el cultivo de cacao prosperaba en África Occidental, Ghana y Cote d’Ivoire, con mayor extensión de tierra dedicada al cultivo de cacao y mayor fuerza laboral, superaron a Santo Tomé y Príncipe para convertirse en principales productores de cacao del planeta. En la actualidad, estos dos países representan dos tercios de la producción mundial de cacao. Como resultado, la economía de Santo Tomé y Príncipe se debilitó y ahora la ONU lo cataloga como una de las naciones menos desarrolladas del mundo. Frente a estos desafíos, Santo Tomé y Príncipe buscó soluciones para reactivar su industria pilar. Aprovechando las condiciones ideales de cultivo del país y su larga reputación con cacao de alta calidad, recurrió a la producción de cacao orgánico y se asoció con fabricantes internacionales de chocolate, en un intento por asegurar su lugar en el competitivo mercado global. Gracias a una creciente inversión extranjera en la producción de cacao, las marcas locales de chocolate han emergido y ganado popularidad dentro y fuera del país, ayudando a Santo Tomé y Príncipe a dirigirse hacia una industria de fabricación de chocolate de mayor valor añadido. Hoy, las selvas tropicales de Santo Tomé y Príncipe siguen siendo exuberantes y vibrantes. Los bananeros dan sombra a las jóvenes plantas de cacao; los cocoteros protegen del sol a los árboles maduros de cacao; varias de las frutas que caen de la selva proporcionan nutrientes naturales al suelo para el cultivo de cacao. Este ambiente natural sigue alimentando la industria del cacao con la esperanza de la recuperación económica de la antaño famosa «Isla del Chocolate». FUTURO PROMETEDOR DEL TURISMO Más allá de reactivar la industria cacaotera, el turismo tiene un gran potencial como motor clave del crecimiento económico de Santo Tomé y Príncipe. El país cuenta con paisajes volcánicos deslumbrantes, costas cristalinas, vibrantes selvas tropicales y una rica vida marina, así como un monumento que marca «el centro de la Tierra», donde el meridiano cero se cruza con la línea del ecuador en la isla de Ilhéu das Rolas, haciendo de Santo Tomé y Príncipe un popular destino turístico en África. Hace millones de años, los movimientos tectónicos hicieron emerger a islas como Santo Tomé y Príncipe desde el mar, formando paisajes volcánicos espectaculares. Montañas escarpadas, ríos serpenteantes y valles profundos dan lugar a un escenario natural impresionante. Debido a su largo aislamiento del continente africano, las islas albergan muchas especies endémicas. En 2012, la isla de Príncipe fue declarada Reserva de la Biosfera de la Unesco. Dada la ausencia de construcciones modernas a escala masiva, las playas, selvas tropicales y otros paisajes de Santo Tomé y Príncipe han preservado su belleza natural intacta. De noviembre a febrero, las tortugas marinas llegan a la costa para anidar. Y los conservacionistas, trabajando junto con las comunidades locales, desarrollan iniciativas de ecoturismo que protegen a las especies en peligro de extinción mientras ofrecen a los visitantes una oportunidad única de disfrutar de la naturaleza en armonía. La isla de Ilhéu das Rolas, al sur de Santo Tomé, atrae turistas debido a su proximidad al monumento del centro de la Tierra, permitiendo a los viajeros experimentar la sensación inusual de estar en dos hemisferios al mismo tiempo. Aun así, la industria turística del país se enfrenta a desafíos, como el subdesarrollo de infraestructuras, instalaciones limitadas y cuestiones sanitarias como la malaria. En la primera mitad de este año, Santo Tomé y Príncipe solo recibió alrededor de 17.000 visitantes, en su mayoría de Portugal, Francia y Angola, según los medios locales. En comparación, un total de 358.000 turistas visitaron Seychelles, una nación insular mucho más pequeña, en 2023. El ministro santotomense de la Presidencia y del Consejo de Ministros, Asuntos Parlamentarios y Coordinación Sostenible, Lúcio Magalhaes, dijo que su país tiene que mejorar las infraestructuras, como carreteras de mayor calidad e instalaciones sanitarias, para potenciar la experiencia turística y ofrecer una sensación de seguridad a visitantes extranjeros y residentes locales por igual. «Con miras a lograr nuestros objetivos de desarrollo, necesitamos trabajar con socios, incluida China, para planificar un camino de crecimiento futuro y garantizar una vida más próspera para el pueblo de Santo Tomé y Príncipe», declaró. APOYO DE LA COOPERACIÓN SUR-SUR A finales de septiembre, un grupo de turistas procedentes de Beijing llegaron a Santo Tomé y Príncipe. Lai Xiaojuan, una profesional del turismo con más de 10 años de experiencia en Santo Tomé, dijo que este año ya había recibido a 19 grupos de viajeros chinos, con un total de 60 personas. El país africano se está convirtiendo en un destino cada vez más popular para los turistas chinos. Mientras tanto, más de 200 estudiantes santotomenses han viajado a China para estudiar, con el objetivo de contribuir al desarrollo de Santo Tomé y Príncipe una vez que regresen a su tierra natal. Desde la reanudación de relaciones diplomáticas en 2016, los dos países han fomentado su cooperación en diversos ámbitos. El Instituto Confucio ha establecido una presencia en la Universidad de Santo Tomé y Príncipe, mientras que equipos médicos y expertos en malaria de China han proporcionado asistencia sanitaria a la población local. Los expertos agrícolas chinos también han apoyado los esfuerzos del país africano para mejorar las técnicas agrícolas, crear aldeas de demostración destinadas a reducir la pobreza y abordar los retos de la seguridad alimentaria. El pasado mes de septiembre, el primer ministro santotomense, Patrice Trovoada, asistió a la Cumbre de Beijing del Foro de Cooperación China-África y realizó una visita oficial a China, en el marco de la cual los dos países anunciaron la elevación de sus relaciones al nivel de asociación estratégica. Los dirigentes de ambas naciones discutieron formas de impulsar la cooperación en turismo, agricultura, pesca e infraestructura, alentando a las empresas chinas a invertir en Santo Tomé y Príncipe para apoyar al país africano a diversificar su economía. En opinión del ministro santotomense de Agricultura, Desarrollo Rural y Pesca, Abel da Silva Bom Jesus, China es un socio clave de su país, que «nos ayuda a lograr el nivel de desarrollo agrícola que aspiramos a alcanzar». «Se han abierto oportunidades para el comercio directo entre Santo Tomé y Príncipe y China, lo que permite a las empresas locales tener acceso al vasto mercado chino», afirmó Abel Tavares da Veiga, director y fundador de Tela Non, uno de los periódicos más importantes del país africano. «Esta cooperación, que la gente considera como fundamental, puede impulsar eficazmente a nuestro país hacia una integración más amplia en la economía mundial»,