Por Luis Carlucho Martín
Fermín Toro, un polímata caraqueño de pura cepa, en ejercicio de sus funciones como Ministro Plenipotenciario ante Madrid, se dio el lujo de celebrar –baile incluido con la mismísima Reina Isabel II de España (la Reina Castiza)– la entrada en vigencia del tratado bilateral de paz del 30 de marzo de 1845, mediante el que se reconocía la independencia venezolana.
Esa fue una de tantas tareas diplomáticas que con acierto llevó adelante quien compartió exitosamente labores como político, escritor, docente y, de paso, botánico. Y aunque varios historiadores coinciden en que nunca se ha encontrado su partida de nacimiento, se oficializó Caracas como lugar y el 14 de julio de 1806 la fecha. Como hombre de hogar contrajo nupcias con María de las Mercedes de Tovar y Rodríguez del Toro.
Toro tuvo la afortunada preparación y formación cultural para ser considerado un erudito en diversidad de temas de interés público, por lo que ocupó cargos de relevancia en la política, siempre en favor del Partido Conservador.
De 1835 al 41 representa a Venezuela como diplomático en Londres y a su regreso ejerce como docente y como Ministro de Hacienda, de donde pasa a presidir la comisión de honores fúnebres con motivo del traslado de los restos del Libertador Simón Bolívar desde Colombia. Dos años más tarde surgen unos asuntos limítrofes justamente con el hermano país y Toro es designado como Ministro Plenipotenciario para buscar solución política.
Con José Tadeo Monagas como mandatario nacional, en 1847, Toro, a su regreso triunfal desde España, es nombrado Ministro de Hacienda, hasta que en claro desacuerdo con una jugarreta del Presidente en contra del Congreso de entonces, amparado en sus dotes de escritor le hace saber al presidente: “Decidle al General Monagas que mi cadáver podrán llevarlo, pero que Fermín Toro no se prostituye…”
Eso lo alejó un tiempo de la vida política, pero sus previos aciertos incluyeron nuevamente en agenda a quien además es considerado pionero de la novela, gracias a su obra “Mártires”.
También escribió los cuentos La Viuda de Corinto y La Sibila de Los Andes.
En 1858, en el marco de la Revolución de Marzo, participa en la alianza de Conservadores y Liberales en contra de José Tadeo Monagas. Como nuevo diputado propone una nueva Constitución.
Con los Presidentes Julián Castro, Manuel Felipe Tovar y José Antonio Páez asume roles importantes hasta su muerte en Caracas el 23 de diciembre de 1865.
En su nombre fundan, en el centro de la capital, un liceo que entró en la historia moderna, por su papel protagónico en la lucha estudiantil contra Pérez Jiménez…y después contra otros gobiernos en la era democrática…esa institución fue fundada el 12 de septiembre de 1936…
Hoy Toro es recordado en las efemérides porque se puso a morirse en diciembre de hace 159 años. Descanse en paz!!!
Foto: wikipedia