IN MEMORIAM a Teodoro

Por Rafael Quiroz

Hace 6 años (31 Oct. 2018) rindió su jornada Teodoro Petkoff Malec (TPM), reconocido político venezolano de gran trayectoria, intelectual de primera línea, brillante orador y escritor, apasionado luchador por la justicia social, hombre honesto a toda prueba, inclaudicable en principios y amigo consecuente como él solo. Son muchos los atributos que podrían adjudicarsele a TPM, porque fue un ciudadano y amigo íntegro. Con el adversario político era implacable y no daba, ni tampoco pedía, tregua para nada, pero a su vez fue noble y bondadoso cuando tenía que serlo, y el mejor ejemplo fue la actitud que tuvo con Rómulo Betancourt, uno de sus más connotados y enconados adversarios políticos, y con quien no tuvo ningún impedimento de reconocer su equivocación por haberlo confrontando, durante los años de su gobierno, desde el movimiento guerrillero de los años 60; y terminaron siendo amigos en los años finales de Betancourt. A TPM lo conocí en agosto de 1983 cuando me juramenté como Sub Secretario del Senado de la República, me lo presentó un común amigo nuestro, el Diputado también como Teodoro -para ese entonces-, llamado Moisés «El Ronco» Moleiro: «Teodoro, conozca aquí al gocho Quiroz, el único adeco decente y buena gente que existe», le dijo en tono jocoso e irónico Moisés. Los dos vinieron varias veces a mi casa de Alto Prado a algunas reuniones de tipo social y político. Fui columnista semanal del diario El Mundo mientras él fue su Director y también, ininterrumpidamente, desde que fundó Tal Cual. Debo confesar que nuestra empatía hizo que yo tuviéra una muy fructífera y provechosa amistad con él, la cual me sirvió de mucho en mi formación política y académica, pues yo estudiaba Economía para aquél entonces, en la UCV, de donde él egresó Suma Cum Lauden precisamente en Economía (uno de los únicos 4 Economistas SCL de FaCES/UCV). Durante mi permanencia en Sao Paulo (Bra.), siendo yo Cónsul General (MRE) en esa mole y congestionada ciudad y él ministro de Cordiplan, en el gobierno de Caldera II, pasó un par de veces por allí (la primera vez iba para Buenos Aires y la segunda a Santiago) donde tuvimos la oportunidad de compartir gratos momentos, y vivir dos anécdotas interesantes para ambos (que los «dos nunca olvidaremos», según él mismo me dijo), las cuales me reservo para ser narradas -con detalle- en mis futuras Memorias (que en unos diez años escribiré). Esta breve nota IN MEMORIAM solo para honrar al hombre que ya hace seis años (31 Oct. 18), lamentablemente cuando el país más necesitaba de él debido a los momentos aciagos por los que aún atraviesa, partió hacia el letargo de su esencia cuando el frío invierno decidió tocar sus puertas. RQS