Arquímedes Román A

Pequeño fragmento del Cap. III de “Mas Tiempo Bueno, Menos Tiempo Malo”

a.-Un objetivo es un estado permanente o de prolongada duración que deseamos alcanzar, o un logro material que se aspira obtener.
Definir los objetivos de vida le da sentido de orientación y motivación a la acción. Estarán subordinados a la “Misión” que cada quien, explicita o implícitamente, haya definido en su vida.
Así, por ejemplo, un estudiante que desea ardientemente ser médico porque siente especial inclinación por tal profesión, puede decirse que se ha fijado el objetivo de ser médico. La pareja joven que sueña tener un apartamento propio, amplio y cómodo, tiene también un objetivo determinado. Un joven profesional que aspire a llegar a presidente de la empresa donde trabaja también tiene un objetivo.

b. Las metas son algo diferente. Son las etapas intermedias, temporales, necesarias de alcanzar en el camino hacia un objetivo. Son peldaños en la escalera que lleva al objetivo.
Las metas no son la llegada, son estaciones hacia el objetivo. Las metas deben ser superadas, no son para permanecer en ellas.
Para el estudiante llegar a ser médico, deberá pasar muchas metas intermedias: terminar la secundaria, ser admitido en la escuela de medicina, obtener los recursos o apoyo económico necesario y así sucesivamente. Para la joven pareja lograr comprar la casa de sus sueños, deberá alcanzar varias metas: ahorrar lo suficiente para la cuota inicial, alcanzar el nivel de ingreso apropiado para amortizar una hipoteca y otras similares. Naturalmente, nuestro ambicioso amigo que aspira ser presidente de la empresa, no lo va a lograr si antes no llega a jefe de sección, luego a supervisor, después a gerente de departamento y así en adelante, cumpliendo metas cada vez más exigentes.

c. Las Decisiones
Si los protagonistas de estos tres sencillos ejemplos se plantean sus aspiraciones como un objetivo fundamental, y orientan sus esfuerzos hacia su logro, tendrán muy claro cuáles son las cosas que le convienen y cuáles no. Sabrán cuales decisiones tomar en las encrucijadas de la vida y cuales caminos escoger en cada oportunidad.
Pero las situaciones de la vida real no suelen ser tan sencillas y claras como los tres ejemplos anteriores; rara vez se puede tener un sólo objetivo. En la mayoría de las situaciones reales tenemos simultáneamente varios objetivos, no excluyentes entre sí, sino complementarios. Se tienen objetivos particulares para cada una de las áreas de actividad que desarrollamos, es decir, para cada uno de los roles que desempeñamos en la vida.

d. El Plan.
Los objetivos claros y deseados son como faros que nos orientan en una determinada dirección. Sin embargo, fijarse objetivos no es suficiente; ellos no traerán el éxito mágicamente hacia nosotros. Se requerirá elaborar un plan, una definición de las metas intermedias que deben sobrepasarse para llegar a cada uno de los varios objetivos. Deberán estimarse los tiempos, la duración, para alcanzar cada una de las metas conducentes a los objetivos. Si se puede ser más detallado, entonces también será bueno estimar los recursos y las ayudas que serían necesarias para avanzar.

Esto no es fácil, no todos lo hacen, muchos se quedan simplemente en el sueño, no concretan. Es mas no arrancan, esperan que llegue la situación perfecta para hacerlo…pero esto no siempre pasa
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Es evidente, todo esto demandará esfuerzo sostenido, y esto nos lleva al reencuentro con una ley natural: “Todo éxito requiere esfuerzo”.

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